The article tries to explain two different attitudes of judges when they confront the problem of deciding who
must have the last word in those questions related to collective security. The alternative between a judicial view
based in deference and self-restraint, and another one founded in the allegiance to a system of individual rights’
implications, seems decisive to understand the limits of the (so called) “war on terrorismâ€, and the following
responsibilities of each of the three branches of government. The article was written as a consequence of
a recent and important decision of the American Supreme Court, but it tries to establish a general frame of
analysis on the difficulties of judicial reasoning in a context of emergency
.
El artÃculo es un intento de explicar dos actitudes diversas de los jueces sobre la cuestión de quién debe tener
la última palabra en aquellas materias que afectan a la seguridad. La alternativa entre una mirada basada en
la deferencia hacia quienes adoptan las decisiones, y una fundada en el compromiso del juez con la defensa
de los derechos, es decisiva para comprender los lÃmites en los que se enmarca la llamada “guerra contra el
terrorismoâ€, y la responsabilidad que corresponde en ella a cada una de las tres ramas del gobierno. Aunque el
artÃculo se basa en el estudio de una reciente e importante decisión del Tribunal Supremo norteamericano, las
dos tendencias descritas en el trabajo podrÃan vales como un marco general de análisis sobre las dificultades
del razonamiento judicial en un contexto de excepción o seudo-bélico.