El objetivo del presente artículo es el despliegue del concepto “pepresentaciones colectivas” a la luz del debate sobre la modernidad. En este sentido, desmontar analíticamente el concepto nos remite a Durkheim en tanto pionero en ubicar a las “representaciones colectivas” como instrumentos que posibilitan el representar /decir social. Weber y Habermas nos permitirán abordar, posteriormente, el proceso de racionalización, cultural y societal, que estas representaciones colectivas sufrieron en Occidente con el advenimiento de la Modernidad y los umbrales de problematicidad que este proceso importa a la producción de significados culturales. Como obvia conclusión de este derrotero realizaremos una serie de reflexiones respecto a la plausibilidad de las “representaciones colectivas” en el marco de la estructura simbólica de las sociedades complejas.